Fabio Maldonado Veloza [2006]. “Outsourcing y libre comercio: ¿Dilema para Smith y Ricardo?” Actualidad Contable FACES (Mérida, Departamento de Contabilidad y Finanzas, Universidad de los Andes), Año 9, 13 (julio-diciembre, 2006), pp. 166-174. ISSN: 1316-8533. Revista indexada en: REVENCIT (RVA 024, Venezuela), Latindex (México), Red AlyC (México) y Clase (México). Acceso completo. Resumen.
El problema de investigación sobre el outsourcing (¿qué es? ¿cómo funciona? ¿en qué consiste?)
La práctica del outsourcing se ha convertido en uno de los temas más controvertidos de la historia económica contemporánea de los Estados Unidos, especialmente desde 2004. Se define como el ejercicio de algunas corporaciones estadounidenses en los actuales momentos: reemplazar mano de obra doméstica por mano de obra de otros países como la India que, no solamente desempeña el mismo trabajo productivo doméstico, sino que cobra salarios mucho más bajos que los estadounidenses.
La literatura actual sobre el outsourcing también ha calificado como “exportación de empleos” a esta práctica, aunque no es un buen término para describirla. Las consecuencias han sido no solamente prácticas, sino teóricas.
Prácticas, porque implica el despido de empleados estadounidenses en grados tan supuestamente peligrosos que ya se hace mención de un fenómeno económico inédito: el de crecimiento o expansión sin empleo (jobless recovery); sobre todo desde 2005 en plena expansión. Muchos que se oponen a ellas (que defienden los desempleados estadounidenses) consideran inaceptable el sacrificio del empleo nacional en aras del principio teórico del libre comercio.
Las consecuencias teóricas están relacionadas con el supuesto agotamiento de la validez de uno de los principios más formidables de la teoría económica: que el libre comercio no solamente beneficia a todos los países, sino que hay que basarlo en el teorema de las ventajas comparativas.
Como se puede intuir, desde la teoría económica la discusión ha devenido muy controversial, pues se ha involucrado nada más y nada menos que el prestigio de una de las verdades menos controversiales de la teoría económica: el teorema de las ventajas comparativas.
Los defensores del teorema y del libre comercio no están dispuestos a aceptar el outsourcing como su falsador y, por ello, han llevado hasta sus últimas consecuencias los motivos para defenderlo:
- si el libre de comercio de bienes y servicios favorece a todas las naciones que intervienen en él, el libre comercio de factores también debería favorecerlo;
- si el teorema es muy prestigioso, también sería válido para respaldar el libre comercio de los factores;
- si se impusieran obstáculos a los desplazamientos de los empleos, no solamente Estados Unidos se empobrecería, sino que dispararía una cadena de retaliaciones de parte de otros países y se regresaría a una práctica tan ineficiente como la de un neoproteccionismo;
- si bien los despidos estadounidenses no son bienvenidos a corto plazo, en el largo, la economía nacional se favorecería pues la compra de factores más económicos se traduciría en una reducción de los precios, y/o mayores beneficios económicos para los accionistas, y/o mayores impuestos para el gobierno federal.
Quienes atacan la práctica consideran que ya llegó la hora de reconsiderar la validez y el prestigio del teorema de las ventajas comparativas. Sostienen:
- que primero hay que defender el empleo estadounidense antes que el libre comercio mundial;
- que la globalización ya no beneficia a todos los países que se involucran en el libre comercio de factores (por ejemplo, Estados Unidos ahora perdería y la India ganaría);
- que el beneficio del libre comercio de bienes y servicios no es idéntico al beneficio del libre comercio de los factores de producción;
- que los beneficios de la globalización están llegando a límites inaceptables,
- que ya no se puede invocar el prestigio del teorema de las ventajas comparativas para justificar el libre comercio de factores (los factores se están desplazando), y, en fin,
- que hay que redefinir la práctica misma del principio del neo-laissez faire.
El outsourcing, supuestamente, estaría marcando el fin de la autoridad del teorema de las ventajas comparativas, sino que estaría constituyéndose en el falsador de las ventajas de la teoría del libre comercio y la globalización.
De manera paradójica, los argumentos de ambos grupos están equivocados. Por un lado, es incorrecto aseverar que el desplazamiento de factores se pueda justificar por tratarse de búsqueda de ventajas comparativas, pues tales desplazamientos no tienen nada que ver con ventajas comparativas, sino con la conservación de las ventajas absolutas de las firmas estadounidenses en los Estados Unidos; en el mercado de los Estados Unidos: las corporaciones están reduciendo sus costos absolutos.
Por otro lado, es incorrecto aseverar que estos desplazamientos violen el uso de las ventajas comparativas (Ricardo prohibió los desplazamientos de capital para la validez de us teorema), pues dichos movimientos están interpretándose de manera errónea: no se trata de entrada de firmas estadounidenses en el mercado de la India, sino de movimientos intra-firmas de corporaciones que continúan compitiendo con sus rivales en el mercado de bienes y servicios estadounidense, y no están desplazándose para competir en la india.
Se están desplazando para conservar sus ventajas absolutas en un mercado estadounidense, por firmas estadounidenses que compiten en el mercado estadounidense.
El capital no es lo que se está desplazando, es decir, no se trata de que todo el capital, el capital en general, se esté desplazando a la India y que esté intentando penetrar en el mercado de bienes de servicios indio, tal como lo había supuesto Ricardo. Hay que admitir que hay desplazamiento de capital, pero es un desplazamiento intra-capital.
Por el contrario, lo que se está desplazando es una fracción de ese capital; una fracción del capital estadounidense que no está intentando hacerlo desde los Estados Unidos. Es un capital que está compitiendo de manera severa en los Estados Unidos y que está buscando bajar sus costos absolutos y, por lo tanto, mejorar aún más las ventajas absolutas de sus productos.
Desde el punto de vista teórico, las firmas estadounidenses ya tomaron antes la decisión de producir lo que están produciendo en estos momentos en base a sus ventajas relativas, ya decidieron (antes) cuáles productos tienen ventajas comparativas.
Ya tomaron en cuenta sus costos de oportunidad, por lo tanto, ya están posicionadas en el mercado doméstico y ya saben cuáles productos no van a ser producidos de manera doméstica. Las firmas ya buscaron sus ventajas comparativas en el tiempo t, ahora, en el tiempo t + 1, están mejorando sus ventajas absolutas (de lo que se tratarái el outsourcing).
En este artículo se rastreará la justificación (o no) hasta las teorías de Adam Smith y David Ricardo para examinar cuáles serían aplicables al moderno caso del outsourcing.
Resumen del artículo publicado: Outsourcing y libre comercio: ¿Dilema para Smith y Ricardo?
La presente investigación sobre los problemas epistemológicos de algunos argumentos en pro y en contra de la práctica del outsourcing se inició con Maldonado-Veloza (Buenos Aires, 2004, se complementó con Sao Paulo, 2005 y Banco Central de Venezuela, 2006). En esta línea de investigación falta averiguar si los argumentos de Smith y de Ricardo a favor del libre comercio de bienes y servicios serían igualmente válidos para el libre comercio de mano de obra calificada.
Algunos autores ya han “imaginado” las posibles respuestas de Smith y Ricardo al respecto y han decidido que los economistas clásicos ingleses no hubieran apoyado el actual outsourcing. Aquí se va a tomar un argumento paradigmático de Wayne Holovacs (2005), un asesor de CEOs de corporaciones estadounidenses, quien describe una posible respuesta de Smith y Ricardo.
En el examen de su argumento, se ha encontrado un conjunto de premisas altamente problemáticas como para permitirle concluir que ni Smith ni Ricardo hubieran apoyado la práctica del outsourcing hoy en día. Argumentos à la Holovacs no entienden apropiadamente el concepto de un “comercio mutuamente benéfico”. Tampoco es viable la premisa de que con la práctica del outsourcing Estados Unidos estaría “transfiriendo” sus ventajas comparativas a países como la India.
Por el lado de Smith, en la discusión teórica, el dilema es si las ventajas del libre comercio, asociadas por lo general al comercio de bienes y servicios, pueden ser extendidas o no al comercio de factores de producción sin problema alguno. La práctica actual del outsourcing está asociada a la globalización y al libre comercio y, por lo tanto, la pregunta crucial es si es válida la extensión de las ventajas del libre comercio, tan defendidas por Smith y Ricardo, a las ventajas del libre desplazamiento de mano de obra calificada.
Por el lado de David Ricardo, el teorema de las ventajas comparativas ha sido esgrimido para justificar esa práctica por algunos e igualmente para criticarla por otros. Según algunos autores, el outsourcing sería un claro ejemplo de las bondades del teorema y según otros constituiría un claro ejemplo de las limitaciones contemporáneas del teorema y de las bondades mismas del libre comercio. Mankiw fue uno de quienes inició el debate teórico (ver Council of Economic Advisors, 2004).
Estos problemas obligan la formulación de algunas preguntas cruciales de investigación sobre el outsourcing. ¿Es válido justificar con las ventajas del libre comercio esos desplazamientos? Los actuales desplazamientos ¿son un límite inaceptable del libre comercio y, por lo tanto, exigen un “libre comercio moderado”? ¿El teorema de las ventajas comparativas de Ricardo es válido para defender esos desplazamientos? ¿Los actuales desplazamientos ilustran problemas de las ventajas absolutas o, por el contrario, de las ventajas comparativas?
Algunas de las respuestas a estas preguntas ya se han adelantado en Maldonado-Veloza (Buenos Aires, 2004). Allí se examinaron algunos problemas epistemológicos de los argumentos de los autores que defienden el outsourcing cuando apelan al teorema de las ventajas comparativas y se identificaron las premisas problemáticas de esos argumentos. Para tal efecto, se inspeccionó el argumento de Daly (2004) y se presentó la manera como él se opone a la práctica del outsourcing. Se mostró que el ataque de Daly es erróneo, pues no se da cuenta de que el desplazamiento que prohíbe el teorema de Ricardo es de naturaleza muy distinta al desplazamiento de los actuales factores de producción.
Como complemento de la investigación, en Maldonado-Veloza (Sao Paulo, 2005) se examinaron los argumentos del debate entre Schumer y Roberts (2004), por un lado, y Kinsley (2004), por el otro. El senador Schumer y el economista Paul Craig Roberts consideran que los movimientos de los factores de producción violan el teorema de las ventajas comparativas.
Cometen el mismo error teórico de Daly, pues al aseverar que los actuales desplazamientos violan el teorema de Ricardo, no se dan cuenta de que esos desplazamientos no son de la misma naturaleza que los de la prohibición que impuso Ricardo para la validez del teorema. Por lo tanto, esta premisa viola tanto las conclusiones de la argumentación de Schumer y Roberts, así como las de Daly.
Igualmente se mostró que, por el lado de Kinsley (2004), él da una respuesta correcta a la prohibición del libre comercio de factores y, por consiguiente, defiende la práctica del outsourcing. Sin embargo, allí mismo también se señaló que una de las premisas del argumento de Kinsley es falsa, pues aun cuando él admite en otras premisas que el núcleo de la teoría del libre comercio es el concepto de ventaja comparativa, sin embargo, interpreta erróneamente el outsourcing como si se tratara del ejercicio de las ventajas comparativas.
Extiende, sin probarlo, las ventajas del análisis de las ventajas comparativas de los bienes y servicios a unas ventajas comparativas en el mercado de factores. Este paso “extra” es innecesario, pues aun cuando la defensa del outsourcing que él presenta es correcta, ese paso adicional es superfluo, pues el outsourcing es el ejercicio de las ventajas absolutas, no de las comparativas.
Finalmente, se tomó en consideración el aspecto temporal de las corporaciones cuando deciden que hay que reducir los costos absolutos: esa decisión es posterior a la decisión que las llevó a ejercer las ventajas comparativas. Es decir, cuando las corporaciones están decidiendo reducir sus costos absolutos, lo están haciendo después de que haber emprendido el ejercicio de las ventajas comparativas. Ya están en plena competencia con otras firmas en el mercado estadounidense y, por lo tanto, lo que están haciendo actualmente es defendiendo su competitividad, no construyendo, transfiriendo o creando nuevas comparativas (Maldonado-Veloza, Sao Paulo, 2005).
En la investigación sobre este tema faltaría por discutir el experimento de imaginar lo que Ricardo hubiera respondido con respecto a la práctica actual del outsourcing. Éste es el objetivo del presente ensayo, el cual aspira a proseguir la investigación sobre asuntos epistemológicos de problemas económicos concretos y particulares y a evadir discusiones a veces excesivamente abstractas y generales.
Debido a que la globalización se asocia con libre comercio de bienes y servicios, y libre comercio de bienes y servicios se asocia con la no intervención obstaculizadora del Estado en sus desplazamientos, en el debate actual sobre el outsourcing se ha pretendido asociar las ventajas del libre comercio de bienes y servicios a las de los desplazamientos de factores de producción. Por lo tanto, uno de los giros que la discusión sobre este punto ha tomado consiste en averiguar si los argumentos de Smith y de Ricardo a favor del libre comercio de bienes y servicios son igualmente válidos para el libre comercio de mano de obra calificada.
Algunos autores ya han “imaginado” las posibles respuestas de Smith y Ricardo al respecto y han decidido que los economistas clásicos ingleses no hubieran apoyado el actual outsourcing. Es decir, han resuelto que esa práctica violaría las defensas que ellos hicieron del libre comercio. Para cumplir el objetivo identificado anteriormente, aquí se va a tomar un caso paradigmático de cómo Wayne Holovacs (2005), un asesor de CEOs de corporaciones estadounidenses, describe una posible respuesta de Ricardo sobre el caso.
Referencias
Council of Economic Avisors [2004]. Economic Report of the President Transmitted to the Congress, February 2004, together with the Annual Report of the Council of Economic Advisors, 108 Congress, 2nd Session, H. Doc. 108-45. Washington: United States Government Printing Office, 2004, 417 pp.
Daly, Herman E. (2004). “Globalization´s Major Inconsistencies.” School of Public Affairs, University of Maryland. Ver artículo.
Holovacs, Wayne [2005]. American CEOs Can do better, we have the technology? The American high & low intellectual property is at risk for terrorism from abroad. Lincoln: iUNiverse, 2005,182 pp.
Kinsley, Michael [2004]. «Free Trade Butters «I’m for free trade but» usually means you’re no for free trade at all.» Slate [slate.msn.com] (8 January 2004): 3 pp.
Maldonado-Veloza, Fabio [2006]. “Las ventajas de las ventajas comparativas”. BCVOZ Económico (Banco Central de Venezuela, Caracas), 11 (X Aniversario “Diez años, diez artículos”: Edición especial conmemorativa), 1 (Febrero 2006), [Artículo ganador seleccionado en el concurso para celebrar el décimo aniversario de la publicación].
Maldonado-Veloza, Fabio [2005]. “Examen epistemológico del uso de las ventajas comparativas en la defensa y el ataque del outsourcing”. V Congreso da Siame-Sociedad Iberoamericana de Metodologia da Economia, Facultad de Economia, Administraҫão e Contabilidade (FEA), Universidad de São Paulo (USP), Sala A: Sessão paralela Nº3 (14:00-15:30), 29 de Setembro de 2005, São Paulo, 29 E 30 de Setembro de 2005, 19 pp.
Maldonado-Veloza, Fabio [2004]. “Crecimiento sin empleo y ventajas comparativas: Un análisis epistemológico”. X jornadas de epistemología de las ciencias económicas, Sección de Economía, Sección de Matemática e Inteligencia Artificial, Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires, 5-11 de octubre de 2004, 10 pp.
Ricardo, David [1977]. Principios de economía política y tributación. Traducción de Juan Broc B., Nelly Wolf y Julio Estrada M. Revisión de Manule Sánchez Sarto. México, D. F.: Editorial Hemisferio, 332 pp. Schumer, Charles and Paul Craig Roberts [2004]. “Exporting jobs is not free trade.” International Herald Tribune (The HIT Online), Wednesday, January 7, 2004.
Outsourcing y libre comercio: ¿Dilema para Smith y Ricardo?